Los derechos humanos son el resultado de un largo proceso evolutivo e inventivo. Uno de los hitos de este proceso es la emergencia del derecho a la personalidad jurídica. Steven Wise lo expone así: "Los humanos nos hemos asignado estatus de personas jurídicas, hemos decidido que entre todos los millones de especies que hay en el planeta somos los únicos con derechos" (1). Es decir, el derecho a la personalidad jurídica es el derecho que nos otorgamos a tener derechos.
Como derecho universal y citado de forma específica, el derecho a la personalidad jurídica (2) emerge recientemente, ya que, por ejemplo, no aparece en anteriores declaraciones históricas (como, a finales del siglo XVIII, la de independencia de las colonias americanas, o la de la Revolución francesa).
El derecho a la personalidad jurídica, todavía sin esta denominación específica, tiene sus raíces en la Antigüedad. Es un derecho reconocido históricamente, en sus inicios, sólo a parte de la población (en la democracia ateniense, a los ciudadanos libres), y que luego, muy lentamente, fue ampliando su alcance de forma progresiva (los esclavos, las mujeres, los menores), hasta alcanzar a toda la humanidad. De forma progresiva pero también con parones y brutales retrocesos, como los del siglo pasado: los campos de trabajos forzados y exterminio nazis, los gulag soviéticos, los desvaríos de los jemeres rojos camboyanos, etc.
Como doctrina y anhelo, el derecho a la personalidad jurídica se concreta y generaliza con la aprobación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, a través de su artículo seis: "Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica". Pero como ya sabemos, la proclamación de un derecho es una declaración de intenciones, que luego hay que materializar. Hoy en día todavía existen muchas personas a las que de hecho no les es reconocida su personalidad jurídica, ni los derechos que este reconocimiento llevarían aparejados (esclavos en Mauritania, esclavas en prostíbulos de la mayoría de los países, personas migrantes sin papeles, etc.). Es decir, a los parones y retrocesos históricos fruto de los distintos totalitarismos mencionados antes hay que sumarles los marginados sociales, "marginados de derechos", existentes en la actualidad en prácticamente todos los países, sean sus regímenes democráticos, teocráticos, dictatoriales o del tipo que sean.
Por otro lado, el derecho a la personalidad jurídica, incluido en la Declaración Universal, es un derecho redundante, en la medida que tanto en el preámbulo como en los tres primeros artículos ya se afirma "la igualdad de derechos de hombres y mujeres", que "todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos", que "toda persona tiene los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna", y que "todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona". Una redundancia que los redactores consideraron oportuna precisamente para remachar esta idea de que todos los seres humanos, sin distinción alguna ni excepciones, son sujetos de derechos. De hecho, del articulo seis de la Declaración Universal se puede realizar esta lectura: "ya hemos dicho que todos los seres humanos tienen los mismos derechos y que por lo tanto les deben ser reconocidos, pero como es muy importante insistimos en ello".
También se podría haber optado por poner el artículo seis como primer artículo de la Declaración Universal, transmitiendo entonces la siguiente idea: "todos los seres humanos son sujetos de derechos humanos, y estos derechos son los que se adjuntan a continuación". Quizás incluso habría quedado más claro, desde un punto de vista jurídico.
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(1) Steven Wise. "Los animales son tratados como cosas por la ley", La Vanguardia, La Contra, 13/08/2011.
(2) No nos referimos aquí a la denominada también personalidad jurídica utilizada en el ámbito empresarial y financiero. Su importancia en las sociedades actuales es enorme, pero se escapa del objetivo de este artículo (su inclusión sólo tendria sentido en función de su relación, o sobre todo de su eventual colisión, con la personalidad jurídica de la que hemos tratado.
22 agosto 2011
20 agosto 2011
Citas - Javier Pérez de Cuéllar (historias silenciadas)
"La historia de la humanidad se lee generalmente a través de las guerras, los atentados, las traiciones y los crímenes. La importancia de un acontecimiento se juzga por el número de víctimas que ocasiona y su notoriedad: para los telediarios o los manuales de historia, cien mil muertos anónimos valen más o menos como el asesinato de un jefe de Estado."
Javier Pérez de Cuéllar. La enciclopedia de los derechos humanos [Los derechos humanos en el siglo XXI. Ediciones Unesco / Icaria Editorial. Barcelona, 1998]
Javier Pérez de Cuéllar. La enciclopedia de los derechos humanos [Los derechos humanos en el siglo XXI. Ediciones Unesco / Icaria Editorial. Barcelona, 1998]
19 agosto 2011
Citas - Mikhaïl Gorbatchev (manipulación de la historia)
"La historia ha sido, desde la noche de los tiempos, objeto de numerosas deformaciones, no sólo a causa de la desaparición de las fuentes, sino debido casi siempre a una intención política. La deformación intencionada de la trama histórica, con un fin interesado, ha provocado numerosos conflictos y grandes catástrofes."
Mikhaïl Gorbatchev. Solidaridad y enseñanza (Los derechos humanos en el siglo XXI. Ediciones Unesco / Icaria Editorial. Barcelona, 1998)
Mikhaïl Gorbatchev. Solidaridad y enseñanza (Los derechos humanos en el siglo XXI. Ediciones Unesco / Icaria Editorial. Barcelona, 1998)
18 agosto 2011
¿Quién escribe la historia?
¿Quién escribe la historia? ¿En qué fuentes se basa? ¿Cuales son sus objetivos al escribirla? ¿Cuales son sus convicciones personales, su ideología? ¿Hasta que punto es fiable la información que en un momento dado un historiador aporta sobre un tema concreto?
"La historia no explica la verdad. La mano que la escribe siempre es la mano del vencedor; no sólo de quien ha ganado la batalla, sino de quien ha sobrevivido, se ha aposentado, ha ganado una cátedra y se ha hecho historiador."
Joan Margarit. El Periódico, 28-7-2007
Una crónica histórica es sólo una aproximación más o menos honesta y afortunada (en ocasiones muy poco honesta, o gravemente desafortunada), a hechos del pasado, a menudo difíciles de verificar, cuando no totalmente imposibles. La eventual desiformación, los prejuicios, los intereses personales, corporativos o nacionales de los historiadores... son muchos los aspectos que hay que tener presentes al acercarse a los textos que pretenden explicarnos hechos del pasado.
Lo normal es que un buen historiador tenga en cuanta estas limitaciones. Lo curioso es que en muchas ocasiones,estas limitaciones algunos historiadores las contemplan de forma muy subjetiva: el argumento les sirve para ver la paja en el ojo ajeno mientras que, en cambio, no ven la viga en el propio. Ven la manipulación racional o emocional en los trabajos de los otros y no son capaces ni de evitar ni de reconocer en sus trabajos estos mismos defectos.
"La 'History of England', publicada en 1755 y los años siguientes está dedicada a demostrar la superioridad de los tories sobre los whigs y de los escoceses sobre los ingleses; no creía (David Hume) que la historia hubiera de tener la misma neutralidad que la filosofía."
Bertrand Russell. Historia social de la filosofía
La historia es una de las ciencias, si cabe llamarla así, más inexactas que existen. Y al mismo tiempo es imprescindible, ya que sin memoria estamos condenados a repetir los errores (las injusticias, los atropellos) del pasado. Como víctimas o verdugos. Por lo tanto, la conclusión es obvia: mucha atención, que no nos den (ni demos, nosotros estamos igualmente expuestos a esta deriva), gato por liebre.
"La historia no explica la verdad. La mano que la escribe siempre es la mano del vencedor; no sólo de quien ha ganado la batalla, sino de quien ha sobrevivido, se ha aposentado, ha ganado una cátedra y se ha hecho historiador."
Joan Margarit. El Periódico, 28-7-2007
Una crónica histórica es sólo una aproximación más o menos honesta y afortunada (en ocasiones muy poco honesta, o gravemente desafortunada), a hechos del pasado, a menudo difíciles de verificar, cuando no totalmente imposibles. La eventual desiformación, los prejuicios, los intereses personales, corporativos o nacionales de los historiadores... son muchos los aspectos que hay que tener presentes al acercarse a los textos que pretenden explicarnos hechos del pasado.
Lo normal es que un buen historiador tenga en cuanta estas limitaciones. Lo curioso es que en muchas ocasiones,estas limitaciones algunos historiadores las contemplan de forma muy subjetiva: el argumento les sirve para ver la paja en el ojo ajeno mientras que, en cambio, no ven la viga en el propio. Ven la manipulación racional o emocional en los trabajos de los otros y no son capaces ni de evitar ni de reconocer en sus trabajos estos mismos defectos.
"La 'History of England', publicada en 1755 y los años siguientes está dedicada a demostrar la superioridad de los tories sobre los whigs y de los escoceses sobre los ingleses; no creía (David Hume) que la historia hubiera de tener la misma neutralidad que la filosofía."
Bertrand Russell. Historia social de la filosofía
La historia es una de las ciencias, si cabe llamarla así, más inexactas que existen. Y al mismo tiempo es imprescindible, ya que sin memoria estamos condenados a repetir los errores (las injusticias, los atropellos) del pasado. Como víctimas o verdugos. Por lo tanto, la conclusión es obvia: mucha atención, que no nos den (ni demos, nosotros estamos igualmente expuestos a esta deriva), gato por liebre.
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