Una reflexión sencilla, podríase decir que doméstica, sobre el artículo 1 de la Declaración Universal: "Todos los seres humanos (...) deben comportarse fraternalmente los unos con los otros".
No recuerdo exactamente la historia, ni quién me la contó, o donde la lei o escuché, no sé si és de alguna persona conocida o no, sólo recuerdo que me cautivó, y que de vez en cuando me vuelve a la memoria:
"Por qué la gente se grita cuando está enojada? Si la otra persona esta a nuestro lado, ¿no es mejor hablarle sin gritar? Cuando dos personas estan enojadas, sus corazones se alejan. Y a causa de la distancia que se establece, creen que deben gritar para hacerse escuchar: cuanto más se enojan, más se alejan y más gritan. En cambio, cuando dos personas se quieren, sus corazones se acercan. Y hablan suavemente."