"1- El reinado de los Reyes Católicos, Doña Isabel de Castilla y Don Fernando de Aragón, es el más glorioso de la Historia de España. 2- El Papa les dio el título de Católicos por su piedad y por lo mucho que trabajaron por extender en sus estados la fe cristiana. (...) 6- Para defender en sus estados la Religión Católica los Reyes Católicos expulsaron a los judíos, a los que el pueblo odiaba por sus crímenes y avaricia y crearon el tribunal de la Santa Inquisición, para castigar a los herejes. (...) "
["Lección 14. Los Reyes Católicos" de la "Historia de España, Tercero y Cuarto Cursos". Compañía de Santa Teresa de Jesús. Hihil Obstat; El Censor, Dr. Cipriano Montserrat, Canónigo, Prelado Doméstico de S.S. Barcelona, 2 de agosto de 1958. Imprimatur; Gregorio, Arzobispo-Obispo de Barcelona. Por mandato de Su Excia. Rvdma. Dr. Alejandro Pech, Pbro., Canciller-Secretario."]
Todos los relatos históricos son subjetivos, pero asumida esta limitación, es también obvio que en el mejor de los casos hay distintos grados de aproximación a la realidad, y en el peor, en ocasiones la voluntad manifiesta y deshonesta de distorsionar sustancialmente o incluso negar rotundamente hechos ampliamente probados. Por ejemplo, es lo que ocurre con algunos presuntos historiadores que en la actualidad siguen empeñados en negar el programa y la praxis del nazismo orientados al exterminio de los judíos.
En el caso del texto reproducido, sorprende (o no) que tantos prelados y obispos que figuran junto al Nihil Obstat estuvieran de acuerdo en inculcar en las tiernas mentes infantiles de la época tamañas arbitrariedades y prejuicios.
Otro ejemplo: ahora nos desconcierta que hoy en día exista gente culta o presuntamente culta que defiende el creacionismo, pero es bueno recordar que aquí, a finales de los años cincuenta, durante el nacionalcatolicismo, en los libros de texto se podían leer párrafos como los siguientes:
"Dios creó el mundo, esto es, lo sacó de la nada. / Repasa en la Historia Sagrada la creación del mundo, la del hombre, el pecado de Adán y Eva y como Dios los arrojó del Paraíso. / Al ser arrojados del Paraíso, Adán y Eva se refugiaron en los bosques y en las cavernas para defenderse del frío, la lluvia y los animales. / Los descendientes de Adán y Eva se fueron extendiendo por el mundo y algunos de ellos llegaron también a España. / Les llamamos los hombres primitivos. Vivían casi como las fieras."
["Avanza", publicado también por la Compañía de Santa Teresa de Jesús, sin fecha, de la misma época que el anterior según se deduce de alguno de sus textos.]
En fin, paciencia. Y diligencia mental, que no se nos suban los humos a la cabeza, porque las reflexiones sobre el pasado sólo tienen utilidad cuando nos sirven para vivir mejor y con más sensatez el presente. Así que, ojo, no sea que las generaciones futuras se sorprendan (o se indignen, o se rían), de las contradicciones con las que ahora nosotros convivimos y que nos pasan desapercibidas (o que por comodidad nos esforzamos en ignorar). Dado que, en mayor o menor grado, esto pasará, esperemos al menos que los asuntos en cuestión no sean demasiado graves o esperpénticos.
Si observamos el pasado, que no sólo sea como curiosidad, que sea en primer lugar para aprender alguna cosa aplicable al presente, de manera que, aquí y ahora, consigamos ser más lúcidos y coherentes.