27 enero 2011

Compasión y empatía

Algunos reputados pensadores argumentan que la moderna utilización y difusión de la palabra empatía no es más que una actualización del concepto de compasión, de larga tradición en las distintas culturas y religiones.

Tienen la mitad de razón. La mitad que les falta es que la empatía, además de permitirnos acompañar el sufrimiento, el dolor o la desesperación ajenos, también nos permite compartir la vitalidad, el optimismo y la alegría. Por lo tanto, la irrupción de la empatía como complemento o alternativa moderna a la compasión es un buen invento psicológico, una eficaz herramienta social, ya que permite unas relaciones entre las personas (y con uno mismo), mucho más optimistas y productivas.

Si es importante saber acompañar la persona sufriente, saber estar a su vera, paliando cuando es posible su sufrimiento, lo es tanto o más saber estar, compartir y alegrarse con las alegrías ajenas. Porque sería una lástima, una lamentable calamidad, un verdadero desastre evolutivo, que el potencial contagioso de la vitalidad ajena no se pudiera expandir a causa de que sólo fueramos receptivos a las penalidades y las tristezas.

De hecho, la empatía no es ningún invento de la modernidad; es una capacidad que sin duda ha acompañado a la humanidad desde los tiempos más remotos. La novedad seguramente es su reconocimiento y valoración actuales, en contraposición, o como complemento, a la gran valoración que han hecho las religiones, y en especial el cristianismo, de la compasión. Es obvio que el horizonte humano se hace más soportable y viable con el cultivo de la compasión, pero también lo es que este horizonte sólo se hace realmente brillante y motivador con la capacidad de la empatía de permitirnos gozar con el goce ajeno.

08 diciembre 2010

Citas - Amin Maalouf (libertad y religiones)

"Yo diría que ninguna religión es en sí misma incompatible o espontáneamente favorecedora de la libertad. Todas las religiones, en un punto u otro de su historia, han experimentado el fanatismo de una manera muy negativa. La libertad viene de la evolución de la sociedad, de las ideas de los pensadores y los filósofos, y entonces es adoptada y aceptada por la religión. Estoy convencido de que todas las religiones pueden interpretarse de una manera que sea compatible con la libertad, con los derechos humanos, con los derechos de la mujer, con el laicismo y con la modernidad."
Amin Maalouf (entrevistado por Juan Cruz), "Avanzamos hacia un mundo de amargura", El País Semanal, 17-10-2010

05 diciembre 2010

Citas - Antonio Damasio (regulación social)

"¿Recuerda la homeostasis en los cuerpos? (...) es el mismo principio de la religión, la justicia o la política: los humanos buscan un equilibrio social que mejore su adaptación al medio. (...) Entre la célula eucariota que se autorreguló para adaptarse al entorno y el redactor de una Constitución median millones de años de evolución, pero el principio es el mismo: autorregularse, tener conciencia, para encontrar un equilibrio que mejore la adaptación de la especie y sus individuos al entorno."
Antonio Damasio. "Somos materia, pero sabemos trascenderla". La Vanguardia (La Contra), 09/10/2010

03 noviembre 2010

Citas - Ken Robinson (educación y capacidades personales)

"La pregunta no es cuánta inteligencia, sino qué clase de inteligencia tienes. La educación debería ayudarnos a todos a encontrar la nuestra (...) ¡Todos somos superdotados en algo! Se trata de descubrir en qué. Esa debería ser la principal función de la educación. (...) La educación debe enfocarse a que encontremos nuestro elemento: la zona donde convergen nuestras capacidades y deseos con la realidad. Cuando la alcanzas, la música del universo resuena en ti, una sensación a la que todos estamos llamados."
Ken Robinson. La Vanguardia (La Contra), 3-11-2010

03 octubre 2010

Derecho a la huelga y al trabajo

El derecho a la huelga está recogido en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y reconocido por la Constitución Española: "Se reconoce el derecho a la huelga de los trabajadores para la defensa de sus intereses. La ley que regule el ejercicio de este derecho establecerá las garantías precisas para asegurar el mantenimiento de los servicios esenciales de la comunidad" (artículo 28.2 de la Constitución).

Es un derecho con una característica especial, porque es individual pero sólo puede ser ejercido colectivamente: "El derecho de huelga es, como el Tribunal Constitucional afirma expresamente en su S.T.Co. 11/1981, un derecho de titularidad individual pero de ejercicio colectivo, lo que viene a significar que la decisión de hacer o no huelga corresponde estrictamente al trabajador individual, pero el ejercicio del derecho requiere del concurso de otros trabajadores, pues la huelga de un solo trabajador no es tal, sino que constituye un incumplimiento contractual." (1)

La titularidad individual de este derecho, y por tanto la libertad de ejercerlo o no, en muchas ocasiones es cuestionada. Este cuestionamiento se produce desde dos sectores opuestos, en unos casos negando su ejercicio y en otros forzándolo. Lo han negado o lo niegan en según que momentos históricos y países la patronal y el poder político. La obligación de ejercerlo la promueven en muchas ocasiones los grupos de opinión mayoritarios favorables a una huelga. Una vez decidida una huelga, es habitual, por parte de sus impulsores (por ejemplo los sindicatos), la tendencia a imponer su cumplimiento, pasando del nivel de las argumentaciones al de las coerciones, llegando en ocasiones incluso a la violencia manifiesta, ya sea contra las personas o las propiedades.

Vinculada al derecho de huelga y a esta dimensión coercitiva mencionada existe la figura del piquete: "Grupo de personas que pacífica o violentamente, intenta imponer o mantener una consigna de huelga". Es la definición del Diccionario de la Real Academia Española, en su sexta acepción. La primera acepción del diccionario, a pesar de tener otro sentido, no deja de ser sugerente a la vista del desarrollo de algunas huelgas y del protagonismo de algunos piquetes (cuando en lugar de limitarse a informar ejercen distintas formas de violencia, para impedir que las personas que no quieren sumarse a la huelga puedan trabajar): "Golpe o herida de poca importancia hecha con un instrumento agudo o punzante".

Hay que insistir en que tanto el derecho a trabajar como el derecho a la huelga son derechos individuales, y que el principio de la libertad es de mayor entidad y precede a ambos derechos. Sorprende, por lo tanto, el comportamiento de algunos piquetes, cuando argumentan que en estas circunstancia la libertad individual queda anulada. Una postura que suelen justificar no sólo las bases sindicales, sino también algunos de sus dirigentes cuando afirman que "cuando hay una huelga no hay ningún motivo para ir a trabajar".

Convertir los derechos en obligaciones es inaceptable. Y otorgarse el patrimonio absoluto de la razón en las situaciones de conflicto es tanto una muestra de ignorancia como de detestable prepotencia. Es, de hecho, el argumento que han utilizado de forma recurrente todas las dictaduras, tanto de derechas como de izquierdas.

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(1) www.enciclopedia-juridica.biz14.com/d/derecho-de-huelga/derecho-de-huelga.htm

06 septiembre 2010

La utilidad de la historia

¿Qué pretendemos, cuando nos acercamos a la historia pasada o a las crónicas de la realidad actual? ¿Sólo nos atraen como una forma de entretenimiento? ¿O mediante la información que nos facilitan nos proponemos trascender la simple curiosidad y buscar la transformación de aquellos aspectos de la realidad que consideramos reprobables, que atentan contra la dignidad de las personas? ¿Nos motiva el propósito de buscar el vínculo entre el conocimiento de la verdad y la transformación de la realidad que nos rodea?

Si la respuesta es afirmativa, todavía podemos añadir lo siguiente: si son estas las inquietudes que albergamos, en el fondo quizás será relativamente igual que leamos un relato histórico, un periódico o que hablemos con el vecino, porque cualquier información o situación puede ser, cuando se acepta que pueda serlo, un punto de arranque para una reflexión que permita iniciar un proceso de transformación de la realidad.

Tal como al parecer decían los templarios, "quién más sepa, que más diga; quién más pueda, que más haga".